Los republicanos y los demócratas se unen contra la invasión rusa de Ucrania
En todo Estados Unidos, republicanos y demócratas se unen para poner a Rusia en su lugar. Todos, excepto Tucker Carlson.
Mientras Rusia se prepara para invadir Ucrania y realizar una toma de poder con el fin de expandir su influencia y valores de autoritarismo y comunismo; los estadounidenses se unen en un enorme esfuerzo bipartidista para detenerlos.
El Senado estadounidense está a punto de aprobar "la madre de todas las sanciones" contra Rusia. Los líderes de las sanciones son el republicano James Risch, de Wisconsin, y el demócrata Bob Menéndez, de Nueva York. Las sanciones se aprobarán con un amplio apoyo bipartidista en el Senado de Estados Unidos.
Risch también afirmó que “siempre nos ponemos del lado de los países que son democracias”, particularmente, de las naciones como Ucrania que quieren alinearse más con el Occidente.
Estas sanciones económicas masivas socavarán los intereses económicos de los bancos rusos más importantes, paralizando la economía rusa, y atacarán la deuda soberana de Rusia. Incluso incluirán sanciones directamente contra el mismo Putin. Se trata de sanciones que van más allá de cualquier otra que se haya impuesto antes.
A su vez, el Presidente Biden autorizó que 3000 tropas estadounidenses vayan a Ucrania y a países vecinos en caso de que Rusia tome acciones agresivas.
La mayoría de los ciudadanos estadounidenses apoyan que se defienda a Ucrania de una invasión rusa. Nos unimos para proteger los valores que compartimos sobre la democracia y la libertad.
El senador Mike Rounds (R-S.D.), miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo en una corta entrevista: “Rusia es el agresor. [...] Ucrania tiene todo el derecho, como estado soberano, de que sus fronteras se respeten; Rusia no lo está haciendo”.
Con la excepción de Tucker Carlson quien ha defendido a Rusia, llamándola “razonable”. La mayoría de los republicanos, incluidos sus oyentes, hacen caso omiso de Carlos; otros dicen que está muy equivocado.
Esta es una cuestión en la que los estadounidenses pueden estar de acuerdo. Los estadounidenses no van a apaciguar a Rusia –y la agenda de Putin para difundir el miedo–; la dictadura y el comunismo no serán tolerados.